Cuando hablamos de turismo sostenible, pensamos en destinos populares como Costa Rica o Islandia. Sin embargo, hay muchos lugares menos conocidos que trabajan arduamente para preservar sus recursos naturales y promover el turismo responsable. Visitar estos destinos nos permite descubrir paisajes auténticos y únicos. También genera un impacto positivo en comunidades que a menudo quedan fuera del radar del turismo masivo.
Explorar estos rincones ocultos reduce la presión sobre los destinos más turísticos. Además, contribuye a la conservación del medio ambiente y al desarrollo de economías locales. Cada vez que eliges un destino sostenible, apoyas iniciativas que luchan por la preservación cultural y ambiental. En este artículo, te invitamos a salir de los circuitos turísticos tradicionales y a descubrir 7 destinos sostenibles que nunca pensaste visitar. Estos lugares no solo son bellos, sino que también hacen un gran esfuerzo por equilibrar el turismo con la sostenibilidad.
¿Por Qué Viajar a Destinos Sostenibles?
El turismo sostenible se ha vuelto esencial para muchos viajeros conscientes. Ellos desean explorar el mundo sin dejar una huella negativa. Elegir destinos sostenibles, especialmente los menos conocidos, es más que disfrutar de paisajes hermosos. Se trata de tomar decisiones responsables que beneficien al entorno natural y a las comunidades locales. Al optar por alternativas sostenibles, ayudamos a reducir la sobreexplotación de recursos. También apoyamos proyectos que preservan la biodiversidad y las culturas tradicionales.
Visitar lugares fuera de las rutas turísticas convencionales ofrece experiencias auténticas y enriquecedoras. Aquí, te alejas de las multitudes y del impacto ambiental asociado al turismo masivo. Estos destinos permiten conectar de manera significativa con la naturaleza y las comunidades locales. Puedes participar en actividades como reforestación o iniciativas de economía circular. Al elegir sitios menos concurridos, contribuyes a la conservación de joyas naturales y culturales. Esta elección protege el entorno y asegura que el turismo beneficie directamente a quienes habitan estos lugares.
1. Reserva de la Biósfera de Bosawás (Nicaragua) – El Segundo Pulmón Verde de América
La Reserva de la Biósfera de Bosawás, ubicada en el corazón de Nicaragua, es un vasto santuario natural que protege uno de los ecosistemas más biodiversos del planeta. Conocida como el «segundo pulmón verde de América», esta extensión de selva tropical no solo resguarda especies emblemáticas como el jaguar y el águila arpía, sino que también sustenta a las comunidades indígenas Miskito y Mayangna, quienes han convivido armoniosamente con su entorno durante generaciones.
Lo que hace de Bosawás un destino verdaderamente especial es su enfoque integral hacia la sostenibilidad. La región ha adoptado prácticas de ecoturismo que buscan preservar la riqueza biológica y cultural del territorio, minimizando la intervención humana y manteniendo la autenticidad del lugar. Bosawás es un ejemplo vivo de cómo el turismo puede ser una fuerza positiva para el cambio, ayudando a financiar proyectos de conservación y apoyando a las comunidades locales en la protección de su patrimonio natural.
Iniciativas locales
En Bosawás, las comunidades locales y ONGs se han unido para implementar iniciativas de conservación que incluyen programas de reforestación y protección de especies amenazadas. Los visitantes tienen la oportunidad de hospedarse en eco-albergues que utilizan energía renovable, gestionan el agua de manera responsable y colaboran con la población indígena en la promoción de la artesanía local. Cada visita contribuye directamente al desarrollo sostenible de la región y a la conservación de este entorno único.
Actividades recomendadas
Senderismo Ético: Recorre la selva acompañado de guías locales, quienes te enseñarán a identificar plantas medicinales y te contarán historias ancestrales que reflejan la conexión profunda de las comunidades con la naturaleza.
Observación de Fauna y Flora: Explora la reserva para avistar animales en su hábitat natural, como monos aulladores, tapires y una impresionante variedad de aves, sin alterar su entorno.
Voluntariado en Conservación: Participa en actividades de reforestación o en proyectos de monitoreo de especies para apoyar directamente la conservación de la reserva.
Intercambio Cultural: Sumérgete en la cultura Miskito y Mayangna, aprendiendo sobre su estilo de vida, métodos de cultivo sostenibles y tradiciones que han perdurado a lo largo del tiempo.
Mejor época para visitar
La mejor época para visitar la Reserva de Bosawás es durante la estación seca, de diciembre a abril. Este período no solo facilita el acceso a las zonas más remotas, sino que también permite disfrutar de una mayor diversidad de avistamientos de fauna, ya que los animales suelen estar más activos cerca de las fuentes de agua.
¿Cómo llegar?
Llegar a Bosawás implica un viaje consciente y planificado. Desde Managua, se puede tomar un vuelo local hasta Siuna, seguido de un traslado en vehículo 4×4 y un recorrido en canoa para adentrarse en la selva. Es fundamental coordinar la visita con un guía local certificado, no solo por la seguridad, sino también para garantizar que tu presencia respete las normas de conservación del área.
2. Isla de Chiloé (Chile) – Una Isla de Mitos y Ecoturismo
La Isla de Chiloé, ubicada en el sur de Chile, es un destino que te transporta a un mundo de naturaleza salvaje, mitos ancestrales y un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Conocida por sus coloridas casas sobre pilotes, también llamadas “palafitos”, y sus iglesias de madera, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Chiloé es un paraíso para quienes buscan desconectarse y sumergirse en un entorno de tranquilidad y biodiversidad.
A diferencia de otros destinos masificados, la Isla de Chiloé mantiene su autenticidad y carácter acogedor, promoviendo un turismo responsable que respeta su cultura e idiosincrasia. Aquí, los viajeros pueden explorar bosques lluviosos llenos de helechos gigantes, praderas de musgo y cielos cubiertos por nubes que parecen pintadas a mano. Al elegir Chiloé, contribuyes al desarrollo de comunidades locales que trabajan en armonía con la naturaleza y te abren sus puertas con hospitalidad genuina.
Iniciativas locales
Chiloé destaca por sus múltiples proyectos de ecoturismo y conservación ambiental. Entre ellos, se encuentran las rutas de turismo comunitario donde las familias chilotas invitan a los visitantes a conocer su forma de vida, desde la pesca artesanal hasta la recolección de algas. También hay proyectos como la Fundación Senda Darwin, que se dedica a la conservación de los ecosistemas nativos, y varias granjas orgánicas donde se cultivan productos locales sin pesticidas ni fertilizantes químicos. Además, en Chiloé se fomenta la economía circular con artesanías hechas a mano utilizando materiales reciclados y recursos sostenibles.
Actividades recomendadas
Avistamiento de pingüinos de Humboldt y Magallanes: En el Islote Puñihuil, una de las pocas áreas donde ambas especies coexisten.
Recorridos por los “senderos de los mitos”: Caminatas guiadas que te introducen en el fascinante mundo de la mitología chilota, donde conocerás leyendas como la del Trauco y la Pincoya.
Visita a los palafitos de Castro y Dalcahue: Descubre las tradicionales viviendas sobre el agua y aprende sobre la vida cotidiana de sus habitantes.
Rutas gastronómicas: Participa en la preparación del curanto, un plato tradicional hecho con mariscos, carnes y papas cocinado en un hoyo bajo tierra.
Mejor época para visitar
La mejor época para explorar Chiloé es de diciembre a marzo, cuando el clima es más cálido y seco. Durante estos meses, podrás disfrutar de días soleados que resaltan la belleza de los paisajes, ideal para actividades al aire libre y el avistamiento de fauna.
¿Cómo llegar?
Puedes llegar a Chiloé desde la ciudad de Puerto Montt tomando un ferry en Pargua que cruza el Canal de Chacao hasta la isla. Desde ahí, puedes optar por alquilar un coche eléctrico o utilizar el transporte público local. Otra alternativa es volar directamente al Aeropuerto de Mocopulli, ubicado en la comuna de Dalcahue, y moverte en bicicleta eléctrica para explorar la isla de manera sostenible.
La Isla de Chiloé te espera con sus paisajes indómitos, su rica herencia cultural y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. Ve y descubre un rincón del mundo donde la naturaleza y la tradición se encuentran en perfecto equilibrio.
3. Peneda-Gerês (Portugal) – El Último Refugio de la Naturaleza en la Península Ibérica
El Parque Nacional de Peneda-Gerês es el lugar perfecto para los amantes del ecoturismo en Portugal. Con más de 70,000 hectáreas de biodiversidad única, este parque ofrece una experiencia de turismo sostenible lejos del turismo de masas. Hogar del lobo ibérico y de antiguos bosques de robles, Peneda-Gerês destaca como un santuario natural donde el equilibrio entre el hombre y la naturaleza se mantiene a través de iniciativas de conservación y turismo responsable. Con paisajes que parecen sacados de un cuento y aldeas que abrazan la tradición, este destino promete una conexión auténtica con el entorno natural y las comunidades locales.
El parque es ideal para aquellos que buscan escapar de las rutas turísticas tradicionales y explorar un entorno de paz y pureza inigualable. Aquí, el visitante puede sumergirse en la tranquilidad de senderos llenos de helechos, cascadas cristalinas y miradores con vistas impresionantes que se abren camino entre la niebla. Además, la fuerte conexión de las comunidades locales con el entorno natural ha promovido un desarrollo turístico basado en el respeto y la conservación de este santuario natural.
Iniciativas locales
Peneda-Gerês cuenta con varias iniciativas comunitarias y ecológicas que buscan proteger el parque y educar a los visitantes sobre su importancia ambiental. Un ejemplo es el proyecto “Misión Lobo Ibérico”, que se centra en la protección de esta especie amenazada a través de la creación de corredores ecológicos y la reducción del conflicto entre ganaderos y lobos. También destaca la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés, una colaboración con España que fomenta la conservación de los ecosistemas compartidos entre ambos países.
Las aldeas locales, como Lindoso y Soajo, también se han unido al movimiento de turismo sostenible al implementar prácticas como el uso de energías renovables, la restauración de molinos de agua tradicionales y la creación de cooperativas para la venta de productos locales, como la miel orgánica y el vino verde. Además, se están promoviendo programas de ecoturismo con guías locales que garantizan que las rutas y actividades sean respetuosas con la naturaleza.
Actividades recomendadas
Senderismo en la Ruta de los Puentes y Calderas de Piedra: Explora antiguos puentes romanos y pozas naturales con aguas cristalinas. Esta ruta destaca por la belleza de sus paisajes y la tranquilidad que se respira en cada rincón.
Observación de fauna y flora: Los safaris fotográficos en Peneda-Gerês permiten a los visitantes observar caballos salvajes, ciervos y aves rapaces en su hábitat natural.
Visitas a aldeas tradicionales: Recorridos guiados por las aldeas de Lindoso, Castro Laboreiro y el pueblo histórico de Soajo, famoso por sus espigueiros (graneros de piedra) y su cultura milenaria.
Relajación en aguas termales naturales: El parque cuenta con varias termas naturales, como las Termas de Lobios, donde podrás relajarte en un entorno completamente natural.
Mejor época para visitar
El mejor momento para visitar Peneda-Gerês es de abril a octubre, cuando las temperaturas son más agradables y se puede disfrutar plenamente de las actividades al aire libre. En primavera, el parque se llena de vida, con flores silvestres en pleno auge y una gran variedad de aves migratorias que llegan a la región.
¿Cómo llegar?
Para llegar a Peneda-Gerês, puedes conducir desde Oporto (a unas 2 horas en coche) o tomar un autobús desde Braga. Dentro del parque, se recomienda moverse a pie o en bicicleta para minimizar el impacto ambiental y disfrutar del paisaje de forma más íntima. Otra opción es realizar visitas guiadas con operadores locales que emplean vehículos eléctricos, garantizando una experiencia sostenible y de bajo impacto.
El Parque Nacional de Peneda-Gerês es un destino ideal para los viajeros que desean reconectar con la naturaleza en su estado más puro, explorar paisajes inexplorados y conocer una Portugal auténtica y comprometida con la sostenibilidad.
4. Región de Sinharaja (Sri Lanka) – Un Santuario de Biodiversidad Tropical
Ubicada en el suroeste de Sri Lanka, la región de Sinharaja es una de las joyas menos conocidas del ecoturismo en Asia. Este bosque lluvioso, designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el hogar de un asombroso 60% de las especies arbóreas endémicas del país, además de una rica fauna que incluye leopardos, elefantes asiáticos y más de 140 especies de aves. Con su exuberante vegetación, cascadas ocultas y rutas de trekking que atraviesan paisajes que parecen sacados de otro mundo, Sinharaja es un destino imperdible para quienes buscan sumergirse en la naturaleza de forma responsable y respetuosa.
Aquí, la sostenibilidad es un componente integral del turismo, con restricciones de acceso que permiten proteger la flora y fauna únicas del área. Además, la región promueve el uso de guías locales capacitados en ecología para minimizar el impacto ambiental y maximizar la conciencia sobre la importancia de la conservación.
Iniciativas locales
Sinharaja cuenta con varias iniciativas locales enfocadas en la conservación y el ecoturismo. Destacan proyectos como el “Sinharaja Rainforest Ecolodge”, un alojamiento ecológico construido con materiales sostenibles que emplea a miembros de la comunidad local, así como programas de reforestación para restaurar áreas afectadas por la actividad humana. Además, el “Centro de Educación Ambiental de Sinharaja” ofrece a los visitantes la oportunidad de aprender más sobre los esfuerzos de preservación del ecosistema y participar en proyectos de voluntariado.
Actividades recomendadas
Trekking Sostenible: Recorrer las rutas de senderismo, acompañado de guías locales que te enseñarán sobre las plantas medicinales y la vida silvestre del lugar.
Observación de Aves: Con más de 140 especies de aves, Sinharaja es un paraíso para los observadores de fauna. Busca especies como el cálao de Sri Lanka y el martinete coronado.
Tour Cultural en Aldeas Locales: Visita a las comunidades locales cercanas para aprender sobre sus prácticas de agricultura sostenible y su estrecha relación con el bosque.
Mejor época para visitar
La mejor época para visitar Sinharaja es entre diciembre y abril, cuando las lluvias son menos frecuentes y las temperaturas son más agradables. Durante esta temporada, las rutas de trekking están en su mejor estado y la visibilidad para la observación de fauna es óptima. Se recomienda evitar los meses de mayo a julio, cuando las lluvias monzónicas pueden hacer que algunas áreas sean inaccesibles.
¿Cómo llegar?
Para llegar a Sinharaja, se puede partir desde la ciudad de Colombo (capital de Sri Lanka) tomando un transporte terrestre hasta Deniyaya o Kudawa, que son las entradas principales al parque. Se recomienda optar por servicios de transporte compartido o ecológico para minimizar la huella de carbono del viaje. Otra opción es unirse a tours de ecoturismo organizados que ofrecen transporte sostenible y guías especializados.
5. Valle del Cocora (Colombia) – El Hogar de las Palmas de Cera más Altas del Mundo
Ubicado en el corazón del Eje Cafetero colombiano, el Valle del Cocora es un paisaje de ensueño caracterizado por sus majestuosas palmas de cera, el árbol nacional de Colombia, que se eleva hasta los 60 metros de altura. Esta región, parte del Parque Nacional Natural Los Nevados, es uno de los destinos más icónicos para los amantes del ecoturismo y la naturaleza. Al visitar el Valle del Cocora, los viajeros no solo pueden disfrutar de vistas espectaculares, sino también apoyar la conservación de un ecosistema amenazado por la deforestación y el cambio climático.
Además de su imponente belleza natural, el Valle del Cocora ofrece una oportunidad única para aprender sobre la conservación de la biodiversidad en el Ande colombiano. La región alberga numerosas especies de fauna endémica, incluyendo el colibrí andino y el oso de anteojos. Con su mezcla de prados verdes, montañas y el canto de las aves, este destino invita a desconectar del bullicio urbano y reconectar con la naturaleza de una manera responsable y consciente.
Iniciativas locales
En el Valle del Cocora se han implementado varias iniciativas orientadas a la conservación y al turismo sostenible. Una de ellas es la Fundación ProAves, que trabaja en la protección del hábitat del loro orejiamarillo, una especie en peligro de extinción que depende de las palmas de cera. Además, algunos agricultores locales han transformado sus fincas en reservas naturales, promoviendo la reforestación de la zona con especies nativas. Alojamientos como “Kasaguadua Natural Reserve” también ofrecen estancias ecológicas, diseñadas para minimizar el impacto ambiental y educar a los huéspedes sobre la importancia de preservar la flora y fauna local.
Actividades recomendadas
Senderismo Sostenible: Recorre las rutas que atraviesan el valle y disfruta de las vistas panorámicas de las palmas de cera y las montañas circundantes. El sendero hacia la “Casa de los Colibríes” es ideal para quienes deseen avistar estas hermosas aves y aprender más sobre su rol en el ecosistema.
Cabalgatas Ecológicas: Contrata un tour con guías locales para explorar el valle a caballo, una forma tradicional y de bajo impacto para recorrer grandes distancias.
Voluntariado Ambiental: Únete a los esfuerzos locales de reforestación y conservación participando en actividades como la siembra de palmas de cera o la limpieza de senderos.
Mejor época para visitar
El Valle del Cocora puede visitarse durante todo el año, pero la mejor época es entre diciembre y marzo, cuando las lluvias disminuyen y el clima es más seco, ideal para realizar senderismo y otras actividades al aire libre. Durante estos meses, los visitantes pueden disfrutar de cielos despejados y vistas panorámicas sin preocuparse por los caminos embarrados o el acceso limitado a algunas áreas.
¿Cómo llegar?
Para llegar al Valle del Cocora, la mejor opción es partir desde la ciudad de Salento, un pintoresco pueblo cafetero que se encuentra a solo 25 minutos en jeep o “Willys”, un transporte típico de la región. Desde Salento, se puede tomar un servicio compartido, que además de ser más ecológico, permite conocer a otros viajeros y compartir la experiencia. Otra opción es llegar desde la ciudad de Armenia, capital del Quindío, a una hora en transporte terrestre.
6. Fogo Island (Canadá) – Donde el Arte y la Sostenibilidad se Encuentran en el Fin del Mundo
Situada en la remota provincia de Terranova y Labrador, Fogo Island es un destino fuera de lo común que combina la impresionante belleza de sus paisajes con una fuerte apuesta por la sostenibilidad y la preservación cultural. Esta pequeña isla, conocida por sus acantilados escarpados y costas indómitas, es un refugio para quienes buscan una experiencia auténtica en uno de los rincones más aislados de Canadá. En los últimos años, Fogo Island ha ganado reconocimiento como un modelo de desarrollo sostenible gracias al trabajo de la Fogo Island Inn y la Shorefast Foundation, que han revitalizado la economía local a través del turismo responsable, el arte y la cultura comunitaria.
Los visitantes pueden disfrutar de la tranquilidad de este lugar, recorrer sus pintorescos pueblos pesqueros y conocer a los artesanos locales que aún utilizan métodos tradicionales. Fogo Island se ha convertido en un destino icónico para el turismo ecológico gracias a su enfoque innovador para fomentar la resiliencia económica y proteger el entorno natural. Este lugar no solo ofrece paisajes de otro mundo, sino también la oportunidad de aprender de la comunidad isleña y de su compromiso con un futuro sostenible.
Iniciativas locales
La isla alberga la Fogo Island Inn, un alojamiento que ha sido diseñado para integrarse armónicamente con el entorno, construido con materiales locales y energías renovables. Todos los beneficios del hotel se reinvierten en la comunidad, apoyando la creación de empleo y la preservación de la cultura local. La Shorefast Foundation, por su parte, se enfoca en fomentar el crecimiento económico sostenible de la isla a través de programas de formación para emprendedores y la promoción del arte y la artesanía local. Además, la isla cuenta con estudios de artistas que reciben creadores de todo el mundo para residencias creativas, incentivando un intercambio cultural único y una profunda apreciación del lugar.
Actividades recomendadas
Senderismo en la Costa Salvaje: Explora los diversos senderos de Fogo Island, como el Turpin’s Trail, donde las vistas del Atlántico Norte y las formaciones rocosas crean una atmósfera inigualable para los amantes de la naturaleza.
Arte y Cultura Local: Visita los estudios de artistas y los talleres de artesanía local. Participa en clases de tejido tradicional y conoce la historia cultural de la región en el Fogo Island Museum.
Avistamiento de Icebergs y Fauna Marina: Dependiendo de la temporada, se pueden avistar icebergs flotando cerca de la costa, así como ballenas jorobadas y frailecillos, aves marinas que encuentran refugio en las rocas de la isla.
Mejor época para visitar
La mejor época para visitar Fogo Island es de junio a septiembre, cuando las temperaturas son más suaves y las condiciones climáticas permiten disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo y el avistamiento de fauna marina. Durante estos meses, también se pueden ver icebergs flotando en las aguas del Atlántico, un espectáculo único que no se encuentra en muchos otros lugares del mundo.
¿Cómo llegar?
Para llegar a Fogo Island, se debe volar primero a Gander International Airport, en Terranova y Labrador. Desde allí, se toma un ferry desde Farewell Harbour hasta la isla. Este recorrido, aunque remoto, ofrece la posibilidad de disfrutar de los paisajes costeros de Terranova y experimentar un viaje tranquilo y menos transitado. Otra opción es llegar en barco privado, lo que permite un acceso más directo y una vista única de la isla al aproximarse por mar.
7. Isla de Flores (Indonesia) – Donde la Naturaleza y la Cultura Conviven en Armonía
La Isla de Flores, situada en el archipiélago de Nusa Tenggara Oriental en Indonesia, es un destino que se mantiene fuera de los itinerarios turísticos convencionales, pero que ofrece una riqueza natural y cultural sin igual. Conocida por sus paisajes volcánicos, playas vírgenes y pueblos tradicionales, esta isla se ha posicionado como un ejemplo de turismo responsable y sostenible en el sudeste asiático. Flores es el hogar del famoso Parque Nacional de Komodo, donde se puede observar al emblemático dragón de Komodo en su hábitat natural. Además, la isla alberga numerosas iniciativas comunitarias que buscan conservar su biodiversidad y promover un turismo basado en la educación y el respeto hacia el medio ambiente.
Los visitantes pueden explorar sus densas selvas tropicales, conocer comunidades que mantienen sus tradiciones intactas y descubrir maravillas naturales como los lagos de colores en el cráter de Kelimutu. Al elegir Flores, los viajeros apoyan directamente a las comunidades locales y contribuyen a la protección de sus recursos naturales únicos, mientras experimentan un lado de Indonesia que muy pocos llegan a conocer.
Iniciativas locales
Flores es un ejemplo inspirador de desarrollo sostenible gracias a diversas iniciativas locales. Una de las más destacadas es Komodo Survival Program, un proyecto dedicado a la protección de los dragones de Komodo y la conservación de su hábitat. Asimismo, el Rangko Village Ecotourism Program en el norte de la isla trabaja para desarrollar un modelo de turismo sostenible que beneficie a la comunidad local, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de participar en actividades como la reforestación y la conservación de manglares. Otra iniciativa es la Yayasan Kelimutu, que fomenta el turismo ecológico en torno al volcán Kelimutu, educando a los turistas sobre la importancia de proteger este sitio natural sagrado para las comunidades indígenas locales.
Actividades recomendadas
Trekking en el Parque Nacional de Komodo: Explora senderos que llevan a miradores impresionantes y observa dragones de Komodo en libertad, guiado por expertos locales.
Visita a los Lagos de Colores en el Volcán Kelimutu: Admira los tres lagos de colores variables y participa en actividades de conservación para preservar este entorno único.
Descubre las Aldeas Tradicionales de Bajawa: Conoce las aldeas tradicionales de la etnia Ngada y sus construcciones ancestrales de bambú, mientras apoyas el turismo comunitario.
Snorkel y Buceo en Maumere: Descubre un vibrante ecosistema marino con arrecifes de coral bien conservados, ideales para el buceo responsable.
Mejor época para visitar
El mejor momento para visitar la Isla de Flores es durante la estación seca, de abril a octubre, cuando las condiciones son óptimas para el senderismo, el buceo y la observación de la fauna. Durante estos meses, las lluvias son mínimas, permitiendo a los viajeros explorar cómodamente las áreas naturales y acceder a los senderos de trekking y parques nacionales sin contratiempos.
¿Cómo llegar?
Para llegar a la Isla de Flores, se puede tomar un vuelo desde Bali (Aeropuerto Internacional Ngurah Rai) hacia el Aeropuerto de Komodo en Labuan Bajo, la principal puerta de entrada a la isla. Otra opción es tomar vuelos internos a otras ciudades como Ende o Maumere. Desde estas localidades, se pueden organizar traslados en coche o barco hacia diferentes puntos de la isla, promoviendo un acceso más controlado y respetuoso con el entorno.